Ha pasado más de un año desde que publiqué la última receta y en estos momentos nos encontramos sumidos en una especie de sueño, como si de una película apocalíptica se tratara, confinados en casa porque afuera acecha un peligro inminente. De un día para otro, hemos perdido todo nuestro derecho a la libertad y lo sorprendente es lo rápido que lo hemos asumido.
Me considero una persona apasionada, curiosa y con ganas de aprender siempre, y los que me rodean saben que si un tema me ronda la cabeza y necesito investigar, no pararé hasta que encuentre gran parte de la información sobre él. Pero no penséis que me gusta ir por el camino fácil, ya que intento cuestionar lo que la mayoría piensa. No me gustan los dogmas y en el tema que nos afecta hoy en día, no paro de verlos en todos los mass-media y en los "científicos y expertos" que nos comunican a diario respecto a todo esto.
Tengo que agradecer que, debido a esta avidez de aclarar las cosas (las mías al menos) he descubierto el trabajo de muchas personas expertas (lo triste es la censura que les están haciendo) que me han proporcionado una nueva visión en conjunto, la cual ha dado un mayor sentido a todo y me ha aportado más tranquilidad. No ha sido nada fácil des-aprender todo lo que nos dijeron en la escuela, ni en el instituto ni mucho menos en la universidad, pero cuando abres los ojos, ves lo maravillosa que puede ser la VIDA.